viernes, 27 de noviembre de 2009

Psicología del automóvil

¡Hola!

La publicidad de los automóviles nos proporciona la oportunidad de investigar a fondo los diferentes niveles que constituyen un anuncio. Como la fabricación de coches mueve una cantidad enorme de dinero, la planificación de su publicidad debe tener en cuenta también los resultados a largo plazo. Esto es indispensable para construir esa relación de fidelidad que se establece entre marcas y compradores, cuya realización requiere que el producto se convierta en algo que sepa satisfacer necesidades psicológicas que no tienen nada que ver con la verdadera naturaleza del producto. En este caso la publicidad adquiere diferentes niveles. Pero, vamos a ver un ejemplo concreto con el primer anuncio.



Como era de esperarse, a nivel superficial este spot nos habla principalmente de una característica técnica específica del vehículo, concebida para obtener una conducción más segura sobre calles cubiertas de hielo o nieve. Pero, para que el espectador se convenza de la utilidad y de la funcionalidad de ese dispositivo, es preciso que el anuncio adquiera más niveles y que se exprese de forma retórica. En efecto, es sobre todo la sonrisa despreocupada de la mujer en el interior del coche que exprime su capacidad de proteger a su tripulación. El simple gesto de una mano, en apariencia sin sentido, confiere calor humano a toda la escena y contrasta con el frío y la humedad del exterior.

Pero, la parte más interesante es el final. El coche sigue girando en torno al mismo punto por todo el tiempo, y la última imagen nos hace entender por qué: de hecho, el automóvil ha dibujado un gigantesco tocadiscos. Esta última imagen une todos los niveles del spot, se fija en la memoria del público y desvela su mensaje por completo. Para expresar protección, al contraste entre calor humano y frío atmosférico se añade el sentido de seguridad de una ambientación doméstica, proporcionada por el tocadiscos. Este mismo objeto nos dice también que es una publicidad dirigida a personas de más de cuarenta años, que recuerdan con añoranza los años del vinilo. Se trata de personas que, en general, tienen pareja e hijos, y el hecho de que el coche sigua girando en torno al mismo punto significa que los ocupantes se sentirán en casa a pesar de que estén recorriendo una distancia muy larga.

Hay muchos elementos que se repiten en los spots de automóviles. Por ejemplo, el contraste “tranquilidad en le interior” y “mal tiempo en el exterior” se ve muy a menudo. Y a menudo hay puentes, que con sus imponentes estructuras arquitectónicas pueden exprimir un estilo alto más eficazmente que cualquier carrocería. El espectador tiende a asociar los rasgos estilísticos del puente al coche que lo atraviesa. El próximo spot nos muestra además como a veces la imagen pueda silenciar la palabra.




Bueno, ahora vamos a considerar otro tipo de mensaje. A veces, los compradores no están interesados en el nivel de protección que puede garantizar un coche, sino en el prestigio que ese modelo puede otorgarles. Muchos spots aprovechan el deseo de sobresalir ínsito en todos nosotros, y nos seducen con falsas promesas de un éxito social fácil y permanente. Casi siempre la narración de estos anuncios se desarrolla, de una manera u otra, como un conflicto, como en el caso de los spots que siguen. Echemos un vistazo al primero.



El lector se habrá enterado de que se inspira en una vieja y divertida película estadounidense (“Ghostbusters”). Un monstruo hecho de chatarra aplasta un anónimo coche amarillo y amenaza toda la ciudad, hasta que llega la tripulación del coche anunciado y con sus armas tecnológicas lo desmantela y lo cierra en el maletero. ¿Qué quiere decir todo esto? En realidad la chatarra quiere representar el montón de objetos que reflejan nuestra personalidad (se entrevé una bicicleta y una tabla de surf). El monstruo, entonces, es un conjunto de personalidades antagonistas que amenazan a la nuestra. Pero, ¡estén tranquilos ustedes! Como compren el coche anunciado tendrán el objeto más poderoso y representativo de todo el mundo, capaz de aniquilar a quienquiera echando una sombra sobre su personalidad, que será desmantelada y puesta a nuestra completa disposición en el maletero.

Personalmente, creo que este tipo de mensaje es muy equivocado, porque exacerba la competición y encrudece las relaciones.

No voy a decir nada sobre los últimos dos spots, porque los dejo como ejercicio para ustedes. ¡Acepten el desafío de desvelar su mensaje secreto y escriban comentarios en mi blog! ¡Hagan sentir su voz! Aquí los tienen.





Hace unos años, la empresa italiana FIAT escogió para la publicidad de uno de sus modelos una vieja canción de Iggy Pop (un cantante “punk” famoso por comportarse de manera muy descabezada), titulada “The passenger” (El pasajero). Su texto habla de alguien que vive la vida pasivamente, mirándola a través de una ventanilla, y que ve fluir las ciudades y las estrellas sin hacer nada más que mirarlas. Quizás el intento del director fuera transmitir un mensaje de protección para todos los potenciales ocupantes de ese modelo de coche. Pero, quizás se haya equivocado, ese director, mostrándonos involuntariamente la verdadera cara que la publicidad esconde por detrás de una máscara de retórica: aunque estemos agarrados a la dirección de nuestro automóvil, todos somos pasajeros de un discurso que otros empiezan, desarrollan y cierran según su capricho.

Caraffa

sábado, 21 de noviembre de 2009

Ambrogio...

¡Hola!

Quizás sea la publicidad más famosa en Italia. El spot de “Ferrero Rocher” se remonta al año 1992, y desde entonces se ha fijado en la memoria del público como una escrita grabada en el mármol. Al fin y al cabo es un anuncio bastante sencillo, donde sólo se habla de bolitas de chocolate. ¿Por qué, entonces, tuvo tanto éxito? Como siempre, vamos a echarle un vistazo antes de seguir.



Este spot es muy especial, porque la mayor parte de su mensaje se desarrolla fuera de la pantalla. Como es algo que debe de ser elaborado por los espectadores, la sencillez es un elemento indispensable. El anuncio mira a sugerir un doble sentido, y por eso es una auténtica invitación a que cada uno lo interprete como quiera y lo haga propio. Entonces, su texto y sus imágenes expresan sólo lo suficiente para que el público arranque a elaborar variantes.

A pesar de su apariencia verosímil, ya desde la primera escena el spot nos proyecta en un mundo totalmente artificial. Del automóvil lujoso que se ve al principio, cuyo interior será la escena donde se desarrolla la acción, el director nos muestra principalmente la pequeña estatuita que suele adornar la parte anterior. Esto sirve para mostrarnos no el lujo en general, sino su aspecto más vanidoso y, por consecuencia, más odioso. El traje amarillo que lleva la señora sigue esta misma lógica de desencadenar una reacción por parte del espectador. Su color es tan fosforescente que se vería aunque se apagara el sol.

Pero, el ápice lo alcanzamos cuando de un lugar escondido sale la mítica pirámide hecha de pequeñas bolitas de chocolate. Este momento es el más importante, subrayado además por una musiquita adecuadamente idiota. Desde ahora el espectador se siente autorizado, por el montón de tonterías que acaba de ver, a expresar interpretaciones muy libres, activando esa reacción en cadena que es exactamente el objetivo que esta farsa iba buscando. Este mecanismo autoalimenta una acumulación de chistes entre los espectadores que se desparraman rápidamente por el mundo. El resultado final es que se desparrama también el nombre del producto.

La contribución del texto es determinante para desarrollar un doble sentido que incluya un contexto sexual. A pesar de ser muy sencillos, los diálogos están llenos de pausas que dejan rienda suelta a la fantasía del público. Nótese como Ambrogio mira desde el espejo retrovisor a la señora cuando se come una bolita con la boca bien abierta y los ojos cerrados, como si estuviera haciendo... pues, ustedes ya han entendido.

Caraffa

viernes, 20 de noviembre de 2009

Campari, pasión roja

¡Hola!

La primera publicidad que analizamos es bastante famosa en Italia, y muchos lectores la recordarán aunque se remonta a hace unos años. Es el spot del Campari, una bebida alcohólica difundida principalmente entre lo jóvenes. Pero Campari es también el nombre de la empresa misma que la produce, y toda la publicidad al respecto no sólo mira a incrementar las ventas, sino que tiene también el objetivo de ligar ese nombre a conceptos como la juventud y la belleza. Es decir que, en general, se intenta crear una asociación muy fuerte entre el nombre Campari y la capacidad de gozar de todo lo mejor que puede darnos la vida.

Como éste es un tipo de mensaje muy complejo y ambicioso, su realización requiere la inversión de mucho dinero, porque es algo que se desarrolla paulatinamente en el tiempo, a través de diferentes spots difundidos por diferentes medios de comunicación (televisión, revistas, periódicos, etc.). El spot que he escogido se rodó para la televisión. Vamos a darle un vistazo antes de ir adelante.



El video muestra de manera muy patente lo que hemos dicho hasta ahora, es decir el intento de ligar el nombre Campari a una profusión de lujo desenfrenado, belleza, transgresión, poder, etc. Toda la escena está concebida para complacer los sentidos, sobre todo la vista (estimulada no sólo por la hermosura de la modelo, sino también por lo vívido que es el color rojo de la oferta final), y el oído (nótese también que la música es un tango). Entonces, el primer ingrediente de este mensaje publicitario es la capacidad de atraer y fascinar al espectador como una calamita.

Pero hay más. Está también patente que el tema principal de este spot es la seducción, que es una cosa mucho más intrigante y difícil de conseguir que la simple fascinación. La seducción implica una capacidad verdadera de lograr algo con buen éxito. Por eso es de considerar, en cierto sentido, como un acto auténticamente intelectual, que se yuxtapone a la mera exhibición que, al contrario, es peculiar de la fascinación.

Pero, ¿cómo se puede exprimir una cosa tan complicada a través de un anuncio ni siquiera un minuto de largo? A ver. Empezamos buscando la palabra “seducir” en el diccionario, y encontramos definiciones como “persuadir a alguien con promesas” o “arrastrar” (María Moliner). Es decir que la seducción ocurre cuando se logra conseguir un cambio de actitud en la “víctima”. Entonces, una manera muy eficaz de representarla sería la de separar la narración en dos piezas para patentizar un cambiamiento mostrando un “antes” y un “después”. Y así es tal como lo ha hecho el genial director de nuestro spot.

La primera parte está marcada por la trayectoria recta de los pasillos, representación metafórica de una personalidad inamovible. Además, la silueta azul marino de la mujer domina con su paso decidido la escena, y el contraste con el blanco del ambiente subraya su fuerza de carácter y su unicidad. Nótese que todo se desarrolla según el eje longitudinal, y que al mismo tiempo hay una acumulación de imágenes que apuntan a construir algo indestructible. Esto hace posible que con un simple cambio de eje (de longitudinal a transversal) se pueda producir el cambiamiento gigantesco, el desmoronamiento necesario para que se cumpla la seducción. Es propio lo que ocurre en la última escena, cuando la bebida consigue este cambio de eje. Gracias a su efecto, la modelo rota su cabeza, y desde ahora hasta el final el espectador ve a la mujer sólo de perfil. Así se concretiza de manera subliminal y retórica un poder seductivo que una bebida nunca podría tener en la realidad.

Campari, pasión roja. La bebida no me gusta nada, pero tengo que admitir que su publicidad es memorable.

Caraffa

miércoles, 28 de octubre de 2009

Presentación

¡Hola!

Este blog refleja mi personal convicción de que la publicidad hoy se ha convertido en un asunto muy importante, porque está tan difundida que penetra en nuestra vida de muchas maneras. Por ejemplo, piensen ustedes en cuantas veces la encontramos cada día, cuando andamos por la calle o cuando nos sentamos frente a la televisión. Piensen también en el poder que emana, y en el influjo que tiene sobre nuestros pensamientos y acciones. Ya esta razón sería suficiente para comprender cuánto es importante vivirla activamente, intentando analizar su mensaje subliminal. Y es por eso que quiero hablar con ustedes de este asunto en mi blog.

Mi idea es proponer videos e imágenes para comentar sus aspectos persuasivos y, por qué no, artísticos. Pero, para que todo esto no sea fruto sólo de una elucubración personal, necesito vuestra ayuda y vuestros comentarios también. ¡Entonces, hasta pronto, con el primer spot!

Caraffa